viernes, 18 de febrero de 2011

Carl Rogers


 CARL ROGERS

Carl Rogers es un psicólogo basado en la teoría personalista, pues abarca las características individuales y promueve que la persona siga sus sentimientos.

Su teoría es clínica, y está basada con el trato directo a pacientes, considera a toda persona como buena y sana; explica que la salud mental en una progresión normal de la vida de la persona, mientras que la enfermedad mental, es una distorsión  natural del hombre.

Rogers piensa que todas las personas intentan dar lo mejor de sí mismas, lo mejor de su existencia, y que si fallan no es con intención o con el deseo de hacerlo, explica que cada cosa viviente en la naturaleza intenta dar o hacer lo mejor de sí misma, haciéndolo de forma natural, pues todos por naturaleza sabemos lo que es el bien.

La evolución ha provisto a la persona de los sentidos, y las ha hecho capaces de describir lo que necesitan o requieren, a lo que Rogers llamo: valoración del organismo. Entre las muchas cosas que la persona, por instinto, valora está el respeto o la atención positiva: como el amor, el afecto, etc.

Por otro lado se encuentra el respeto positivo hacia uno mismo, es decir que es la autoestima, el reconocer el valor propio o saber que se tiene una autoimagen positiva. Esto se obtiene a través del crecimiento o desarrollo de la infancia de la persona, en donde los demás le enseñan o muestran como adquirirlo. Si no se aprende lo positivo, la persona se siente insignificante, poco atendida, poco valorada y pierde la oportunidad de convertirse en lo que realmente es capaz; es decir que no logra actualizar sus potencialidades correctamente.

Por otra parte, Rogers dice que cada persona tiene un ser real y un ser ideal:
  • Ser real: es el que surge o se funda en la tendencia actualizada, que sigue a la valoración del organismo y que necesita y es capaz de recibir el respeto o la atención positiva propia y ajena; es el "yo", que si todo sale bien, la persona llega a convertirse en él.
  • Ser ideal: es lo que no es real, lo que se podría esperar que la persona llegara a ser, pero que no logra por las trabas que la sociedad condiciona; por forzar a la persona a vivir con condiciones impuestas.
 Por lo tanto, la distancia que existe entre el ser real y el ideal desemboca en la Incongruencia, pues una cosa es "lo que soy" y otra muy distinta "lo que debería ser".

El habla también de un mecanismo de defensa, este se aplica en una situación de incongruencia entre la propia imagen y la experiencia inmediata de la persona, cuando se le presenta una situación amenazadora.

Para Rogers, existen dos mecanismos de defensa, surgen de la senso percepción, que no son analizados por la mente humana en realidad:

1. Negativa: negación, denegar, que es bloquear la situación amenazadora.
 2. Distorsión perceptual: es reinterpretar la situación para que la persona se convenza a sí misma de que no es tan amenazadora como parece.

Todo lo anterior lleva a Rogers a describir también a la persona sana, a la que llama alta o totalmente funcional. Dicha persona presenta las siguientes características:

  • Abierta a la experiencia: es lo opuesto a estar a la defensiva. Es la
percepción correcta de las experiencias personales, sin verlas distorsionadas.
  • Es decir, aceptar la realidad y los sentimientos, para no confundirlos con las ansiedades. Es ser objetivo y no subjetivo. Ser capaz de vivir las experiencias a cada instante.
  • El vivir existencial: es el vivir el aquí y ahora. Insiste en estar en contacto permanente con la realidad, por lo tanto, el pasado ya se fue, y el futuro aún no llega. El presente es lo único real que la persona tiene. El pasado supone recordar y aprender, es todo; por lo tanto no se debe soñar con el futuro, pues se pierde contacto con la realidad.
  • Confianza orgánica: la persona debe permitirse ser guiada por el proceso de valoración orgánica. La persona debe confiar en lo que sus sentimientos le dicten, en lo que sus sentimientos le guíen de forma natural.
  • Experimentar la libertad: Rogers pensaba que daba lo mismo o que era irrelevante si la persona tenía deseos de ser libre, pues como la persona se maneja a través de sus sentimientos, no había mayor trascendencia en libertad. Sin embargo, hasta cierto punto, la persona está determinada, es decir, no es libre totalmente.
  • Creatividad: si la persona se siente libre y responsable, actúa en concordancia y participa de lo que el mundo le ofrece. Una persona altamente funcional, en contacto con su aquí y ahora, se siente obligada, por su propia naturaleza a contribuir a la actualización de otros, de los demás, y por supuesto, de sí misma.

Carl Rogers es más conocido por las aportaciones hechas en su terapia, originalmente su terapia se llamó no dirigida, porque pensaba que el terapeuta no debía guiar a su cliente, sino que simplemente, estar presente mientras el paciente dirigía su propio progreso terapéutico.

 
En la actualidad, dicha terapia todavía se utiliza y también se conoce con el nombre de Terapia Rogeriana.

Al acercamiento que el terapeuta puede hacer con sus pacientes se llama reflejo, y consiste en que el terapeuta solamente debe hacer notar al paciente que es el espejo de sus sentimientos, en pocas palabras que lo está escuchando.
Rogers dijo que para ser un terapeuta eficiente, se requieren algunas cualidades especiales:
  • Congruencia: ser genuino, auténtico, y honesto con el cliente.
  • Empatía: tener la habilidad de ponerse en los zapatos del cliente; de sentir lo que el cliente siente.
  • Respeto: aceptar de forma incondicional ayudar al paciente de forma positiva, es decir que el paciente se dé cuenta de que necesita escuchar de sí mismo cosas positivas, a pesar de que tenga problemas y de que diga lo que diga, se le acepta.

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